La moda es una palabra que al igual que la palabra arte y cultura tiene bastantes definiciones, cada quien toma la que le venga mejor según su escala de conocimientos. A partir del siglo XIV vendría lo que realmente conocemos como la moda, esta industria que se enraíza en lo efímero.
A principios del siglo XX esta fue ya vista como una forma de arte o expresión artística y no como un simple oficio restringido solamente para las calles más bajas. La moda ahora recluta en sus escuelas a cientos de miles de aspirantes para ser diseñadores, fotógrafos, editores, críticos, estilistas, etc. Pero siempre dentro de esta gran alberca de perfección que no permite ni una gota de mediocridad a la que llamamos el Fashion.
Tal parece que los que nos dedicamos a la labor del mundo de la moda, pasamos por un tremendo vía crucis, somos pecadores, egocéntricos, y no nos bajan de maricones o lesbianas. Pero realmente quien dijo que el Glamour de la moda sabe a Caviar de Beluga y que huele a Chanel No.5, están equivocados, el verdadero glamour es de sabor a sal de sudor.
Los estudiantes o diseñadores de moda no solamente somos, juniors ricos que esperan encontrar o heredar fortuna y estudiar cualquier cosa que no implique física ni matemática. Él quien ha decidido entrar por la puerta de la moda, ha escrito su nombre en la factura con la que está vendiendo su alma al diablo. De ahora en adelante estará etiquetado como que tiene que vestir de “Marca” como Zara, H&M o Chanel, cuando ni siquiera saben la definición de marca, firma y casa de moda.
Si eres estudiante de moda o profesional te penalizan con susurros tontos y habladurías si no vistes bien, y qué decir de aquellas mujeres que pesan más de 51 kilos y miden 1.60 mts, pues piensan que el diseñar es también ser modelo. Nos sometemos a dietas, a restricciones para tener un poco de dinero, pues desafortunadamente en la moda hay una frase que grita: “Nunca se es demasiado rico ni demasiado delgado”. Nos desvelamos unos más que otros, hasta sentir como baja la inspiración a ti para poder hacer algo lindo, sobajamos nuestra creatividad pura y excéntrica a las jaulas de lo “comercial” de las frases de “eso aquí no vende nada”.
Lidiamos con caprichos de cuerpos esqueléticos, de una altura casi de semi-dios, para traerles agua, o cambiarlos rápidamente, para poder tener un servicio profesional o aprender. Poseemos el titulo “del diseño más fácil, frívolo y tonto” como si hacer un drapeado, un tableado, una silueta nueva, formas esféricas, cuadradas, angulosas, burbujeantes, míticas, realistas, chic, trendys, andróginas, arquitectónicas etc. A base de tela fuera tan fácil, más cuando no contamos con hierro, tabicón, yeso, o cristal.
Pero aun así, siendo siempre la burla de la sociedad por considerarnos “jovencitos con falta de atención: EXCENTRICOS”, costureras (muy viejo chiste). Gozamos y engullimos lo mejor de ser diseñador de moda, que ni siquiera Picasso, Klimt, Ler Corbusier, Goya, Rembrandt, Vivaldi, Duncan, Allen, Lewis Carrol, Oscar Wilde, Platón, Rondín,Giacometti, Brancusi, Moore,Calder etc etc. Y que ningún pintor, escultor (cuyas obras caen en la aberración de estar expuestas en lo privado) o arquitecto (permaneciendo las creaciones en el mismo lugar.. So boring)
Estos artistas jamás podrán disfrutar nuestro egoísmo de tener ese privilegio de ver tu obra caminando, bailando, sentada, bajo el sol o la lluvia, encontrando el amor, ser expulsada del cuerpo para pasar a “esa primera vez de sexo”, también nuestras creaciones hacen llorar cuando se cierran compromisos de amor, con ese color blanco eterno en las bodas, las vemos también tocando el aire, rozando brisas, divirtiéndose dando vueltas y vueltas en el centrifugado o reposando en una percha detrás de una puerta corrediza de un armario de madera.
Somos pintores, pues ilustramos, combinamos colores, y jugamos con estampados, somos arquitectos por estudiar la estructura de materiales textiles y crear nuevas prendas o vestidos de alta costura que incluso rayan en la más moderna ingeniería. Somos ilusionistas, pues hemos transformado el cuerpo en cómo se nos dé la gana, creando criaturas quiméricas que ni del Toro imaginaria. Somos mejor que un cirujano, pues aumentamos el busto, damos cintura, alargamos piernas, enfatizamos espaldas, marcamos pantorrillas y todo esto más barato que cualquier doctor. Somos la muestra viviente de lo que es ser una profesión que aun no tiene nombre definido, pues estudiamos la sociedad, economía, política, religión, y nuevas subculturas o tribus, para posteriormente plasmarlas físicamente, haciendo que estos factores encuadren más que bien en una blusa, falda, zapatos etc.
Para finalizar, unas palabras que podrán ser tontas; somos el misterio de la santísima trinidad, Vogue es la biblia, Anna Wintour es la anima en pena, Karl Lagerfeld el Papa, Gareth Pugh el demonio, Paris el paraíso y la china de Mao fue el infierno alguna vez, pero ante todo somos ese placer mas pecaminoso que aunque alguna gente así lo niegue, ama. Somos los creadores de ese fruto, al cual corren en cuanto aparece la palabra REBAJAS!!! … La MODA.
colaboracion por Omyx aka recien bautizadoo Oxykonnnn gracias queridooo siempre es un gusto leertee jajaa