Cristina Iglesias ha desarrollado un lenguaje muy personal dentro de la tradición escultórica de los años 80 y 90 de Europa y EEUU. En su escultura no hay ninguna referencia a la figura humana, sino a la naturaleza y el paisaje. Partiendo de textos evocadores de lugares, construye espacios preformativos que nos invitan a internarnos en ellos. Concede especial importancia al espectador, pues sus obras precisan del caminar y de la mirada de éste. La luz, otro elemento muy importante dentro de la obra, moldea la rica variedad de materiales que emplea, entre los que encontramos el hierro trenzado, el cobre, la fotografía o el alabastro.
Sus espacios propios – como las Celosías, los Pasajes o las Habitaciones Vegetales – son insertados dentro de los espacios expositivos ya dados. Son obras pensadas para ser recorridas por el espectador, donde la luz y las sombras logran confundir los espacios interiores y exteriores. Este juego con la luz se convierte en referencia en toda su obra. Con todo esto la obra de Cristina Iglesias logra transportarnos a un mundo imaginario partiendo de lo tangible, marca una dicotomía entre lo natural y lo artificial, lo real y lo virtual.
El visitante entra en un mundo extraño cuyos muros y techo de cables de metal trenzados, lo envuelven y aíslan del exterior transportándolo a otro lugar del espacio. Inspirada en textos de ciencia ficción que le sugieren nociones de nuevos lugares, Iglesias construye esta estructura con un fragmento de la novela de Arthur C. Clarke “Encuentro con Rama” (1973) apenas descifrable.
Sus espacios propios – como las Celosías, los Pasajes o las Habitaciones Vegetales – son insertados dentro de los espacios expositivos ya dados. Son obras pensadas para ser recorridas por el espectador, donde la luz y las sombras logran confundir los espacios interiores y exteriores. Este juego con la luz se convierte en referencia en toda su obra. Con todo esto la obra de Cristina Iglesias logra transportarnos a un mundo imaginario partiendo de lo tangible, marca una dicotomía entre lo natural y lo artificial, lo real y lo virtual.
El visitante entra en un mundo extraño cuyos muros y techo de cables de metal trenzados, lo envuelven y aíslan del exterior transportándolo a otro lugar del espacio. Inspirada en textos de ciencia ficción que le sugieren nociones de nuevos lugares, Iglesias construye esta estructura con un fragmento de la novela de Arthur C. Clarke “Encuentro con Rama” (1973) apenas descifrable.
El texto da lugar a una misteriosa relación con la superficie en la que se desarrolla y reta al espectador a dedicar atención para descifrarlo y dotarlo de un contexto. Su obra provoca que el espectador sienta que está en un laberinto móvil o, como mínimo, tiene la idea de estar desestabilizado y en un cambio permanente. Esta sensación se intensifica gracias a la iluminación que crea sombras intensas al atravesar las pantallas y proyectarse en el suelo y en las paredes.
By Sebas Wero


3 comentarios:
El Wero escribe ya como todo un CURADOR DE ARTE, Me gusta, me gusta, se mamo con esto, esa pekeña cabeza rubia tenia que sacar algo. Anda LIOSO el Wero jajajajaja EXCELENTE
genial nota, buena introspectiva.
ojala se publiquen mas de este tipo.
suerte
sebasss superaste las espectativas de lo que omar me conto de tu trabajo muyyyy buena tu colaboración graciass!!
Publicar un comentario