Lonely: Rizzo by Muñoz

Hace dos días que me ha tocado escoger mi anillo de graduación, mi toga y mi marco para la foto panorámica, y ha llegado este maldito síndrome de nostalgias al que mi cerebro y me ser se niega a participar.

Mientras buscaba en mi ordenador todas esas fotos de cuando era una colegiala recién graduada de la prepa y comencé mi aventura en el mundo del diseño; carpetas con nombres extraños, donde aparecían las carotas de Fuxazz, Memo Thron, Annie, La princess de la cual hablaremos después en un artículo, Karla Green etc. Me tope con estas fotos que se quedaron casi sin ser exhibidas y esto por dos cosas: Una porque el modelo le daba pena que las vieran y supieran que había participado y otra porque no me considero buen fotógrafo.

En el mes de Septiembre del año 2008, traía la espinita de hacer una estilización de moda que no me dejaba en paz, un look que ahora ya en estas fechas vemos en las revistas, y era más que nada los pantaloncillos cortos, los camisones con alforzas tipo marroquí, las chaquetas pequeñas y esas sandalias de tipo romano. Parecía una broma en ese entonces, el camisón era de mujer y el short igual, pero ahora creo que encajan muy bien en este look new-boheme del cual ya Zara ha sacado dos que tres camisones para caballero.

“Una mención honorifica” como diría mi amiga Fuxazz, (y de verdad perdóname Daniel) para Daniel Rizzo, estudiante de Diseño Ambiental de cuarto semestre, de la universidad de la Salle, que acepto a que plasmáramos en él un estilo y le tomara estas fotos. Daniel Rizzo, es el perfecto modelo: Es bien parecido, tiene esa cara de niño flemático, una actitud poca madre, amabilidad y nunca deja de sonrojarse, ni de apenarse; cuando las chicas le dicen: qué guapo es. Tal vez eso lo haga especial, tal vez Rizzo sea el chico perfecto para lookearlo, porque no ha caído en el síndrome del “Galán” o del “Nylon Trendy”. Porque aun saluda con pena, porque aun carga una mochila de dos homrbos, porque habla bajo, porque rie sin querer emitir ninguna onda sonora y porque tiene esa actitud despreocupada de un niño de secundaria.

Este trabajo no hubiera sido posible sin él, creo que era el chico perfecto, la ropa perfecta y la locación buena. La lente no es mi especialidad, pero ahora veo que al menos tengo un poquitito de visión en cuanto al estilismo.

Los dejo con este trabajo de ya casi un año, donde agradezco a Andrea Mosh por haberme ayudado a cargar las cosas y a peinar esos pelos de Rizzo que estaban tan necios. Y mil perdón Rizzo pero están lindas estas pics, además que haces suspirar a una que otra chica…

By Omar Muñoz Oxykonn