mayo 16, 2009

Luis Gordillo: "Caballero Cubista Aux Larmes"





El final de la década de los sesenta se iba a convertir, dentro de la vasta producción artística de Gordillo, en un punto de inflexión que le haría reconducir su mirada hacia otros caminos muy diferentes de lo que hasta ese momento había realizado. Por esas fechas, los cuadros del pintor sevillano se caracterizaban principalmente por la tendencia a la geometría de sus formas. El propio Gordillo ha manifestado que subyacía una intencionalidad enfocada hacia lo racional, pero decidió abandonar esta postura con la que ya se sentía incómodo desde hacía algún tiempo en favor de una libertad expresiva plástica. Fue una ruptura en cierta medida traumática, que tuvo su epicentro en el año 1968. A partir de esa fecha y durante unos tres años aproximadamente se dedicó únicamente a dibujar. Eran éstos unos dibujos calificados por el artista como “elementales”y “automáticos”, ejecutados con rapidez y libertad, como ejercicio de divertimento y reflexión; una libertad que Gordillo ansiaba y trataba de encontrar en dicha actividad.



Algunos estudiosos han querido señalar este momento como una crisis en Gordillo, otros, sin embargo, prefieren el término de renovación, aunque a tenor de lo dicho por el pintor sevillano en relación a esta etapa de su vida, es más plausible inclinarse por la primera de ellas, una crisis en lo profesional pero también en lo personal. El artista atraviesa durante este corto espacio de tiempo por un terreno de transición hacia una nueva concepción pictórica.



El comienzo de la década de los setenta abre una nueva etapa en la obra de Gordillo y es aquí, en este momento preciso, donde se enmarca Caballero cubista aux larmes (Caballero cubista con lágrimas). El título del lienzo, ejecutado en 1973, fue acuñado por Gordillo partiendo esencialmente de una posición asentada en la ironía. En relación al término “cubista” en él inscrito, más que de una preocupación estética o de un interés, a priori inexistente, sobre los postulados artísticos del cubismo, dicho vocablo es utilizado por Gordillo en base a diversas notas geométricas que pueden apreciarse en el lienzo, como por ejemplo los planos en que se ha transformado la pierna izquierda de la figura representada.






En Caballero cubista aux larmes nos presenta una figura frontal, ataviada con gorro y armadura que el artista ha situado en una estancia apenas decorada con un par de cuadros colgando de la pared, un florero colocado sobre un mueble y una columna de orden clásico, cuya postura refleja una actitud de posado muy propia tanto de los retratos de cámara del siglo XVII como los realizados para la aristocracia. Sin embargo, en este caso prima el acercamiento a lo caricaturesco, rasgo que transluce el peso que para Gordillo tuvo el cómic en el momento de la ejecución del lienzo.


Para la realización del cuadro el autor ha utilizado la técnica del acrílico sobre lienzo, gracias a la cual se consigue viveza e intensidad cromática, un aspecto característico de las obras del sevillano pertenecientes a la década de los setenta, que nos recuerda al Pop Art, movimiento artístico al que Gordillo presta una atención destacada. No puede ser más explícito cuando, con motivo de la exposición que tuvo lugar en el Centro de Arte


M-11 de Sevilla, publicó en el catálogo de dicha exposición que sus últimas obras de tipo satírico se referían al hombre standard de la sociedad, atontado por el confort y limitado por espacios culturales, fiel reflejo de lo que quiere representar en Caballero cubista aux larmes. Fue, precisamente en esta muestra de 1974, donde se expuso por primera vez este lienzo, por lo que además reviste de una importancia adicional y es un excelente ejemplo de la filosofía artística que, ya gestada en la mente de Gordillo, comenzaba a desarrollar con paso firme en la década de los setenta.





Por Jorge "El Cruz Jimenez"

Universidad Complutense

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